La irrupción de Sarah Palin, la exgobernadora de Alaska, devolvió la ilusión a las bases republicanas que apoyaban a McCain frente a Obama en la campaña de 2008. La derrota del candidato conservador y algunas meteduras de pata de la propia Palin parecieron dejarla fuera de combate. Pero quienes la daban por muerta se equivocaron. Ahora, en pleno 2013, Sarah Palin se ha convertido en una de las piezas clave en la política norteamericana y va a ser determinante para las próximas elecciones de Congreso, Senado y gobernadores de noviembre de 2014.
El arranque de su nueva estrategia se ha plasmado en un vídeo en el que asegura que «Todavía no hemos empezado la guerra», pero sí estamos «Preparados para resistir». El objetivo es conseguir recaudar dinero para que los candidatos que ella apoye se puedan presentar con el mayor respaldo publicitario posible a las elecciones ‘midterm’ (mitad de mandato) de 2014. Para ello cuenta con una página web ‘SarahPAC’ y una página de Facebook que ya ha recibido ¡más de 3,5 millones de ‘me gusta’!
No es una bravuconada. Sarah Palin ha demostrado que mantiene una estrecha conexión con la gente corriente, con las bases conservadoras y con electorado femenino. Sus proclamas apelan a esa filosofía que ella denominaba de ‘las madres del hockey’, que sólo se distinguen de los ‘pitbull’ porque usan lapiz de labios. Una mujer agresiva y dispuesta a ir contracorriente, pero siempre con una sonrisa en los labios.
Entre los candidatos que ha respaldado en campañas anteriores se encuentra el presidenciable de origen hispano Marco Rubio, un senador al que todos miran como ‘el deseado’ para 2016. Pero también la gobernadora Susana Martínez o el senador Ted Cruz se han visto impulsados por Palin.
Si en las elecciones de 2008, en las que figuraba como candidata a vicepresidente, estaba reservada a un papel de comparsa, ahora llega como estrella. En las filas republicanas se reconoce su capacidad de movilización ciudadana y su acertada puesta en escena, prometiendo «reconstruir la clase media» y luchar contra el «establishment».
Si podemos hablar de una candidata a las presidenciales de 2016 o no dependerá de los resultados de estas elecciones de mitad de mandato en EEUU. La agenda de Sarah Palin pasa por controlar Senado y Congreso en 2014. Si lo hace, tendrá el camino allanado para presentarse de nuevo en unas presidenciales. Pero esta vez no irá de segundo plato.